¡Contra la expulsión de la FFE, Sindicat d’estudiants y Lliures i combatives de Sant Jordi!
La crisis sanitaria desatada por la Covid-19 impidió la celebración de la fiesta popular de Sant Jordi el pasado 23 de Abril. Desde entonces, el Ayuntamiento de Barcelona está intentando organizarlo para el 23 de Julio pero – a diferencia de los trámites que año tras año se llevan a cabo para la adjudicación de las paradas – en esta ocasión las asociaciones y colectivos que no somos empresas privadas estamos siendo excluidas de este proceso.
Con el argumento de que es necesario reducir el número de paradas para garantizar condiciones de seguridad sanitaria, el Ayuntamiento de Barcelona solo está contando con las editoriales y empresarios del sector y excluyendo a organizaciones sociales que llevamos décadas poniendo paradas de libros. Si esto sigue adelante, significaría expulsar en la práctica a las asociaciones y colectivos que damos el carácter popular a la fiesta de Sant Jordi, que realizamos una labor de fomento de la cultura y utilizamos esta ocasión además para recabar apoyo a nuestra actividad cotidiana en defensa de la educación y sanidad públicas, contra la precariedad laboral, por la libertad de los presos y presas políticas, y un largo etcétera de causas fundamentales para nuestra sociedad.
El motivo “sanitario” sencillamente no se sostiene. Limitando el número de paradas no se reduce el número de visitantes sino la oferta cultural. Con la adecuada gestión de los espacios, zonificación y protocolos sanitarios (desde la circulación de personas hasta el suministro de mascarillas, guantes y gel hidroalcohólico) es perfectamente posible organizar la Fiesta de Sant Jordi con todas las paradas habituales y dotando a la ciudadanía de todas las garantías de seguridad necesarias. Las asociaciones, los colectivos, las librerías de barrio... ¡todo el mundo tenemos que mantener la licencia que se nos concedió en febrero para poner parada!
La eliminación de las organizaciones para el Sant Jordi del 23 de Julio no solo implicaría una reducción drástica de la cantidad y calidad de libros y publicaciones ofrecidos, sino que crea un grave precedente para que la fiesta popular de Sant Jordi se convierta en una Feria del libro privada y que en el futuro colectivos sean vetados nuevamente. Muchas ciudades han visto cómo sus acontecimientos culturales se han convertido en Ferias privadas relegando los criterios culturales a un segundo plano donde empresas como El Corte Inglés, FNAC o las grandes editoriales marcan el tono. No podemos permitir que se expulse precisamente a quienes entendemos que la cultura debe ser un derecho y no un negocio.
Los abajo firmantes, exigimos a la Alcaldesa de Barcelona –Ada Colau– y al teniente de alcalde de cultura del Ayuntamiento –Joan Subirats– que rectifiquen urgentemente. Tienen que garantizar que el Sant Jordi del próximo 23 de Julio incluye a todas las entidades que íbamos a participar el 23 de abril. El Ayuntamiento de Barcelona tiene que dar marcha atrás en la privatización de esta fiesta popular y frenar la expulsión de la Fundación F. Engels, el Sindicat d’Estudiants, Lliures i Combatives y de los cientos de organizaciones y asociaciones afectadas, garantizando nuestra participación y nuestras paradas de libros para el próximo 23 de Julio.
¡En defensa de un Sant Jordi popular y para la gente el 23 de julio!
¡La cultura es un derecho, no un negocio!
FIRMA ESTA RESOLUCIÓN rellenando el siguiente formulario y la enviaremos a la atención de Marc Pinedo, cap del Departament de Llicències i Inspecció del Districte de Ciutat Vella y Esteve Caramés, director de l'ICUB