En mayo de 2012, la Fundación Federico Engels publicaba, como parte de la serie sobre la memoria histórica “Revolución socialista y guerra civil (1931-1939)”, el libro “Balance de una ruptura: Los socialistas en el gobierno, en la guerra y en la revolución”. Un detallado estudio sobre los efectos devastadores que tuvieron los acontecimientos revolucionarios de ese período dentro de las filas socialistas.

“De 1931 a 1939, el movimiento socialista –PSOE, JJSS y UGT—experimentó la lucha interna más aguda de toda su historia. Una auténtica guerra en la que los socialistas se enfrentaron entre ellos de forma abierta, descarnada y brutal. Es inútil centrar el estudio de estos acontecimientos en reales, o supuestas, incompatibilidades personales entre uno u otro dirigente. El terremoto de la lucha de clases y la revolución fue lo que quebró de arriba abajo el equilibrio interno y la estabilidad del Partido, el Sindicato y las Juventudes.”

Estas son las palabras que abren el prólogo de esta obra. Al calor de los acontecimientos que hoy se están desarrollando en el seno del PSOE, numerosos medios de comunicación, han sacado a colación la confrontación vivida en el seno del “socialismo” español durante la segunda República y la guerra civil. Estos medios de comunicación “de masas” hacen una incursión en la historia de la “familia socialista” superficial, sesgada e incompleta, dando como resultado una amalgama totalmente insatisfactoria.

Este libro relata esta etapa decisiva de la historia del PSOE de forma sistemática, reforzando las conclusiones políticas expuestas con documentos de la época y transcripciones de discursos de los protagonistas de los hechos relatados.

Teniendo en cuenta las grandes diferencias entre aquellos acontecimientos y los que hoy se están desarrollando (fundamentalmente y entre otras, que aquellos tuvieron lugar en medio de la revolución social más importante y profunda que conoce la historia del estado español y que hoy el grado de fusión entre el aparato del PSOE y los capitalistas es mucho más profundo y sólido que entonces, lo que actúa como un poderoso obstáculo para que la presión de las masas se refleje y se pueda expresar en toda su intensidad dentro del Partido Socialista), la lectura de este libro puede, además de darnos un exhaustivo conocimiento de los hechos concretos, aportarnos las claves de las fuerzas motrices fundamentales que hoy como ayer, provocan las guerras internas que salpican la historia del PSOE. Estas no son otras que la entrada, en mayor o menor grado, de las masas en la escena.

La crisis actual del PSOE y la lucha de masas contra los recortes

El PSOE está hoy sumido en una crisis interna de una virulencia e intensidad no vistas en los últimos 40 años. La traición a sus militantes, a su base electoral y social, a los trabajadores y la juventud del Estado español, al abstenerse 68 de sus diputados y permitir así que Mariano Rajoy vuelva a formar Gobierno, y el “golpe de estado” interno llevado a cabo por Felipe González, Susana Díaz, los barones territoriales, y detrás de ellos la burguesía, que lo hicieron posible, han generado una brecha interna que dista mucho de haberse cerrado a pesar de lo que, desesperadamente intenta hacer creer la actual dirección golpista.

Pedro Sánchez ha declarado que está dispuesto a seguir dando la batalla dentro del Partido.

”Pronto llegará el momento en que la militancia recupere y reconstruya su PSOE. Un PSOE autónomo, alejado del PP, donde la base decida. Fuerza”.

Este era el mensaje que trasladó a la militancia, el defenestrado secretario general, a través de su cuenta de twitter el pasado 23 de octubre, a la vez que se comprometía a recorrer todas las agrupaciones del Partido en todo el estado para agrupar las fuerzas que hagan posible conseguir hacerlo realidad. De hecho el primer contacto con la militancia socialista ya se ha producido. El sábado 26 de noviembre habló ante 1.500 entusiastas afiliados en Xirivella (Valencia) que lo aclamaron al grito de "¡No es no!”.

Por otro lado los dirigentes del PSOE más abiertamente al servicio de los grandes capitalistas no han llegado hasta este punto para permitir ahora que Pedro Sánchez vuelva a ocupar la Secretaria General aupado por los votos de la militancia.

Una dura y larga batalla está garantizada en el seno del PSOE, lo que será un factor muy importante a tener en cuenta de cara a los acontecimientos futuros.                                      

Solo es posible entender los acontecimientos que se están desarrollando dentro del PSOE, si partimos del hecho central que ha provocado el quebranto del equilibrio interno dentro del Partido: el terremoto provocado en toda la sociedad por el giro a la izquierda de la clase obrera y la juventud. Un giro a la izquierda que se ha cocido a fuego lento en una movilización social extraordinaria; en el 15M, las huelgas generales, las Marchas de la Dignidad, la Marea Verde y Blanca, las grandes movilizaciones estudiantiles o las masivas manifestaciones a favor del derecho a decidir en Catalunya…

Esta auténtica rebelión social contra la política de recortes iniciada por el Gobierno de Zapatero y profundizada por el PP, ha desarbolado muchos de los pilares que sostenían la estabilidad capitalista. Uno de los más afectados ha sido el PSOE, pieza clave en la estabilidad política que, a grandes rasgos, ha reinado en el estado español en los últimos 35 años y que ha permitido a los capitalistas obtener grandes beneficios.

A pesar del abismo que estas décadas han abierto entre la clase obrera y la juventud, por un lado y la dirección “socialista”, en gran parte fundida con los capitalistas y sus intereses, por otro, la profundidad de la crisis social es tan grande que la lucha de clases y la entrada en escena de las masas, ha tenido un reflejo (muy distorsionado, desde luego) dentro del PSOE, conmoviéndolo de arriba abajo.

El surgimiento de Podemos (como expresión política de esta rebelión social) y la pérdida por parte del PSOE de la mitad de su base electoral, ha hecho saltar las alarmas en los despachos de esos dirigentes más ligados al aparato, cuya posición depende precisamente del apoyo electoral que tenga el Partido. Ven el hundimiento del partido de la socialdemocracia griega (el PASOK) con mucha preocupación, temen que el PSOE siga el mismo camino e intentan maniobrar y colocar algunos límites que puedan paliar la total identificación que millones de trabajadores y jóvenes advierten ya entre la política del PSOE y la defensa de los intereses de los capitalistas.

Para los elementos dirigentes del PSOE más ligados con la burguesía, esta perspectiva (la de la “pasokización” del PSOE), está totalmente subordinada a los intereses generales de los capitalistas y están dispuestos a sacrificar el Partido si la defensa de estos lo exige.

Los próximos meses serán decisivos para poder calibrar el recorrido que pueda tener esta crisis interna. Esta será alimentada por la política contra la clase obrera que indudablemente aplicará el PP por un lado y la inevitable reacción de los trabajadores y la juventud en su contra, por otro.

Además los populares presionarán (así como los medios de comunicación a su servicio, inspirados ambos por los capitalistas) al PSOE para que sea partícipe y cómplice de los ataques a los trabajadores, mientras la lucha de la clase obrera y la juventud y con ellos los millones de votantes que todavía le quedan al PSOE, empujarán en sentido contrario.

Para seguir el desarrollo de estos acontecimientos con un mayor grado de comprensión puede ser de gran ayuda conocer en profundidad los pormenores de la guerra en el seno de las organizaciones socialistas relatada en el libro que hoy volvemos a sacar a colación, “Balance de una ruptura. Los socialistas en el gobierno, en la guerra y en la revolución.”