¡La lucha por el socialismo continúa!
Este año se cumple el centenario de la Revolución de Octubre, cuando los trabajadores, los soldados y los campesinos pobres de Rusia se sacudieron siglos de opresión bajo el yugo del zarismo, acabaron con el poder de la burguesía y los terratenientes, concedieron el derecho de autodeterminación a las naciones oprimidas y establecieron las bases para una nueva sociedad socialista.
La onda expansiva del triunfo de Octubre se extendió por el mundo: Alemania, Austria, Hungría, Finlandia, Italia, Bulgaria, el Estado español, los países coloniales… La clase obrera de todos los continentes fue contagiada por el mensaje de los bolcheviques, y apoyándose en su ejemplo crearon la organización revolucionaria más importante que la historia haya conocido jamás: La Internacional Comunista. Nunca antes el capitalismo había estado tan amenazado.
Octubre ha sido una de las gestas más importantes de la humanidad por su carácter liberador y consciente. Por primera vez, el objetivo de una revolución no fue perpetuar la división de clases, la explotación económica o el Estado, como ocurrió con las revoluciones burguesas, sino eliminar esas reliquias de la sociedad clasista y crear las condiciones materiales y culturales para un salto sin precedentes.
Lecciones de Octubre
Cien años después, Octubre sigue teniendo una enorme significación para los trabajadores y jóvenes que luchamos contra el orden capitalista. Las lecciones de aquella revolución, la más popular, más participativa y democrática de la historia, deben estudiarse a la luz de los acontecimientos del presente. Para una mayoría de los actuales dirigentes de las organizaciones tradicionales de la izquierda (ex socialistas, ex comunistas), y para no pocos de las nuevas formaciones de la izquierda reformista, la revolución rusa es un hecho histórico sin la menor trascendencia práctica para hoy y, cuando no la denigran, no cesan de difundir una imagen distorsionada y falsa de la misma. Por supuesto, esto no es ajeno al papel de estos individuos en la lucha de clases. Muchos de ellos se han convertido en pilares de la estabilidad del capitalismo y tienen una gran responsabilidad en la aplicación de políticas de ajuste que han laminado derechos sociales y conquistas económicas de la clase obrera.
Paradójicamente, muchas de las tareas y problemas que afrontaban los bolcheviques en 1917 son, esencialmente, semejantes a los planteados en la actualidad, cuando la crisis del capitalismo extiende su mancha de desigualdad, paro masivo, opresión nacional, guerras imperialistas y destrucción del medio ambiente, amenazando el futuro de la inmensa mayoría de la población. Toda la experiencia histórica transcurrida desde el Octubre soviético demuestra que no hay terceras vías para conseguir la emancipación de los trabajadores. Las ilusiones en la posibilidad de una suerte de “capitalismo de rostro humano”, idea que cobró fuerza tras el colapso de la URSS y los regímenes estalinistas de Europa del Este, se han marchitado. El único capitalismo posible es el que estamos sufriendo, una pesadilla cotidiana para cientos de millones de seres humanos.
Este nuevo número de Marxismo Hoy lo dedicamos a la conmemoración de este centenario, publicando uno de los textos más importantes que escribió León Trotsky, Lecciones de octubre. El citado trabajo apareció en octubre de 1924 como prólogo de Trotsky a la edición rusa de sus escritos del primer año de la revolución, que tenían por título 1917. Lecciones de Octubre es un extenso balance del papel del Partido Bolchevique y de sus máximos dirigentes en aquellos acontecimientos, y un análisis extraordinario de la teoría de la revolución desde el punto de vista del marxismo.
Completan este número una biografía de John Reed, autor de Diez días que estremecieron el mundo, un libro esencial sobre la Revolución de Octubre que acaba de publicar la Fundación Federico Engels. Y para acabar, dos notas sobre el reciente congreso de unificación entre Izquierda Revolucionaria y el Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT/CWI) y el gran mitin que ambas organizaciones celebraron el pasado 16 de julio en Barcelona, y que volverá a repetirse en Madrid el próximo 4 de noviembre.