A continuación publicamos artículo de Iñaki Alrui, - miembro del Colectivo editorial de LoQueSomos, coordinador del libro «27 de septiembre de 1975. La generosidad de la resistencia» editado por El Garaje Ediciones y la Plataforma Abierta Al Alba, en "lo que somos" (loquesomos.org).
La familia de Xosé Humberto Baena Alonso recibe el acta que confirma la nulidad de su condena
El Gobierno ha entregado una declaración de reconocimiento y reparación personal a la familia del luchador antifascista Xosé Humberto Baena Alonso, ejecutado, a la edad de 24 años, por un pelotón de fusilamiento compuesto por guardias civiles, todos voluntarios, en la mañana de 27 de septiembre de 1975, en el campo de tiro militar de Hoyo de Manzanares, Madrid. Xosé Humberto fue condenado a muerte en un Consejo de Guerra plagado de irregularidades y en el que la sentencia estaba decidida de antemano, 11 de septiembre, en el acuartelamiento de El Goloso.
Cincuenta años después de aquel atropello, el estado rectifica aquella aberración mediante una declaración de reconocimiento y reparación, una figura contenida en la Ley de Memoria Democrática aprobada en 2022 a la que tienen derecho las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. En ella se reconoce que lo fueron y se oficializa que las condenas que pesaron sobre ellas no tienen validez debido a que la propia ley anula todas ellas “por vicios de forma y fondo”. La declaración va rubricada por el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres Pérez.
«- Se declara ilegal e ilegítimo el tribunal que juzgó a Don JOSÉ HUMBERTO FRANCISCO BAENA ALONSO, así como los jurados y cualesquiera otros órganos penales o administrativos que, a partir del Golpe de Estado de 1936, se hubieran constituido para imponerle, por motivos políticos, ideológicos, de conciencia o creencia religiosa, condenas o sanciones de carácter personal, así como la ilegitimidad y nulidad de sus resoluciones.
– Se declara igualmente ilegítima y nula la condena, sanción o resolución, dictada contra Don JOSÉ HUMBERTO FRANCISCO BAENA ALONSO tanto judicial, como administrativa, producidas por razones políticas, ideológicas, de conciencia o creencia religiosa durante la Guerra de España o durante la dictadura posterior.»
Su madre, Estrella Alonso en 2003, fue la que inició a través del abogado Luis Ocampo, amigo que fue de Baena, y la abogada Doris Benegas la lucha por la revisión de la condena de su hijo. Con Doris, la demanda llegó al Tribunal Constitucional y a la Querella Argentina Contra los Crímenes de Franquismo.
Junto a Xosé Humberto Baena Alonso fueron fusilados también, en el mismo campo de Hoyo de Manzanares sus compañeros José Luis Sánchez-Bravo y Ramón García Sanz, los tres miembros del FRAP, comprometidos en la lucha contra la dictadura. Ese mismo día también serian fusilados dos luchadores vascos, Jon Paredes Manot ‘Txiki’ y Ángel Otaegi.
Sigue pendiente la declaración de reconocimiento y reparación, para Ramón García Sanz, solicitada por varios exmilitantes y compañeros antifranquistas, de Ramón no queda familia biológica… aunque su familia política es inmensa.
Breves sobre Xosé Humberto Baena Alonso
Xosé Humberto Baena Alonso (Vigo 1950 – Hoyo de Manzanares, Madrid, 1975) 24 años. Obrero metalúrgico. Activista antifranquista, militante del PCE (m-l) y del FRAP. Condenado a muerte y ejecutado por fusilamiento, por un piquete de voluntarios de la Guardia Civil.
Xosé Humberto Baena Alonso realizó los estudios de Bachillerato superior y empezó la carrera de Filosofía gracias al dinero que le mandaban unos parientes cercanos. Durante el primer curso universitario, en 1970, tuvieron lugar unas manifestaciones estudiantiles en Santiago en las que participó, fue detenido, juzgado por el tribunal de Orden Público (TOP) y expedientado. Las manifestaciones se celebraban por motivos académicos. Los estudiantes reclamaban más democracia. De este proceso, Baena fue absuelto en 1972, un par de años más tarde. A pesar de todo, estuvo un mes en la cárcel –en Santiago y en la provincial de A Coruña-, después de pasar por las comisarías de Vigo y Santiago de Compostela. Fueron los comienzos de su concienciación política.
Desde entonces a Baena le negaban el certificado de buena conducta que pedían para poder trabajar en las fabricas, Baena tuvo que dedicarse a hacer otros trabajos para poder ganar algún dinero y sobrevivir: de camarero, como vendedor de libros. Trabajos eventuales y mal pagados.
El 10 de marzo de 1972, en el Ferrol, la policía asesinó a dos obreros de la Empresa Nacional Bazán, Amador Rey y Daniel Niebla. En los incidentes también hubo más de 50 heridos de bala. Por este acontecimiento, se convocaron huelgas en toda Galicia. En Vigo duraron, 15 días. Hubo infinidad de despedidos y heridos por disparos. En septiembre se llegó a una huelga general que duró un mes entero. En esas luchas forma parte activa Xosé Humberto, como la mayoría de los jóvenes en Vigo
Xosé Humberto Baena hizo el servicio militar en Colmenar Viejo (Madrid), con una ficha de la policía. Es decir, que estuvo vigilado día y noche por los agentes del Servicio de Información Militar del cuartel. Baena tomó contacto con el PCE (m-l) mientras hacía la mili. Conoció a un militante y, al terminar el servicio, quedó montada una conexión para Galicia. Baena se integró en el partido en noviembre de 1973. Una de las primeras acciones en las que participó fue en el barrio de Berbés, en Vigo, en marzo de 1974, en protesta por el asesinato de Puig Antich. El grupo en el que actuó Baena quemó la sucursal de un banco.
El primero de Mayo de 1975, el FRAP convocó manifestaciones en Vigo. En una de ellas, un Guardia Civil disparó contra Manuel Montenegro Simón, un obrero de Fenosa que aquel día estaba de guardia en la fábrica pero que abandonó su puesto para unirse a la manifestación. La noche del 3 de mayo, Baena no fue a dormir a su casa. Los vecinos le avisaron de que la policía lo estaba esperando desde la siete de la mañana.
“Tuve que escapar con unos compañeros hasta Madrid. Por un momento tuve la tentación de huir hacia Portugal, pero recapacité porque era necesario seguir con la lucha junto al FRAP”.
En ese desplazamiento forzado le acompañó su compañera María del Pilar Alonso, Maruxa. Se habían conocido en Vigo, donde eran vecinos, y poco después de haber contactado con la organización de Madrid, el cerco sobre Baena, Daniel, se estrechó más. Maruxa fue detenida el 26 de mayo de 1975, en el asalto e incendio con cócteles molotov del Banderín de Enganche de la Legión, como protesta contra el colonialismo español en el Sahara. Ya no se volvieron a ver.
Fue detenido el 22 de julio de 1975 a punta de pistola. El 15 de agosto le informaron que le acusaban de la muerte de un policía y que le procesaban por la jurisdicción militar. “En la DGS me comunicaron que había participado en la muerte de una policía armada y que iban a golpearme hasta que declarase. Tuvieron el detalle de comunicarme que no me matarían entonces, ya que preferían liquidarme con el garrote vil”.
Baena cuenta que ante su negativa a declarar, le golpearon y torturaron: “Me lanzaban de un extremo a otro de la pared, golpeándome con porras y con los puños. Caí varias veces al suelo, pero me levantaban rápidamente para seguir golpeándome. En una ocasión, mientras me sujetaban por la espalda, me agarraron por el cuello y me golpearon la cabeza contra un mueble metálico”.
Xosé Humberto Baena murió fusilado en la mañana del 27 de septiembre de 1975.
“Milito en el PCE (m-l) porque me considero marxista-leninista y creo sólo al partido y al FRAP como las únicas organizaciones que podrán acabar con el fascismo. Una organización se conoce por sus hechos, aparte de su teoría […] Afirmo que soy militante del PCE (m-l) y espero que mi muerte sea la última que se produzca ante un Tribunal de estas condiciones. No he participado en los hechos que se me imputan”.