León Trotsky llegó a Francia en julio de 1933 proveniente de la isla turca de Prinkipo, lugar de su primer exilio tras ser expulsado de la URSS en 1929 por orden de Stalin. Después del ascenso de Hitler al poder en enero de 1933, y del consiguiente aplastamiento de las organizaciones comunistas y socialdemócratas alemanas por la dictadura nazi, Francia se vio inmersa en un proceso de polarización y radicalización política que presagiaba grandes posibilidades para la revolución socialista, exactamente igual que el Estado español bajo la Segunda República.
La lucha de clases atravesó por varias etapas y culminó entre mayo y junio de 1936 con grandes huelgas y ocupaciones de fábricas. Pero ni el Partido Socialista, liderado por el viejo reformista Léon Blum, ni el Partido Comunista, guiado con mano de hierro por el estalinista Maurice Thorez, fueron capaces de ofrecer una alternativa para derrocar el capitalismo. Una oportunidad histórica se malogró, preparando el terreno para la gran derrota que supuso la invasión nazi de Francia.
Los problemas cruciales de la época, la caracterización del fascismo y la política necesaria para enfrentar esta amenaza, la cuestión del armamento obrero o la crítica a la colaboración de clases son abordados por Trotsky con gran maestría y profundidad.
Un libro imprescindible que arroja luz y nos deja valiosas herramientas para las tareas de los comunistas en la actualidad.