Recuerdo de Lenin abarca el período que transcurre desde 1893, cuando Lenin llega a Petersburgo, hasta el año 1907, en que comienza su segunda emigración en Ginebra tras la derrota de la Revolución de 1905. Nadia Krúpskaya, compañera y mujer de Lenin, escribió este libro diez años después de la muerte del líder bolchevique, ocurrida en enero de 1924.
“Fuera el que fuese el trabajo que emprendiera Vladímir Ilich”, escribe Krúpskaya, “lo efectuaba con una escrupulosidad extraordinaria. Y cuanto mayor era la importancia que concedía al trabajo emprendido, más penetraba en todos los detalles, aun en los más insignificantes”.
Recuerdo de Lenin no sólo retrata la vida más cotidiana del revolucionario, su manera de hacer política, de enfocar la polémica y desarrollar las ideas; este maravilloso trabajo explica también cómo fue construido el partido revolucionario en Rusia en sus años heroicos, las tremendas dificultades por la falta de medios y la dura represión del zarismo, la ilusión por las personas que se incorporan a la causa y también la decepción por las renuncias y abandonos. Krúpskaya, pedagoga de formación, mantiene este hilo conductor a lo largo de todo el relato y lo lleva hasta el extremo en la parte final, donde Recuerdo de Lenin se transforma en un verdadero instrumento de pedagogía militante que, al modo leninista, trata cuestiones candentes, útiles, vitales para todo revolucionario en su trabajo político práctico.