En este texto, Engels disecciona la política de Bismarck para, apoyándose en la historia de Alemania tras la revolución de 1848, demostrar la interrelación entre economía y política.
Engels desenmascara la ambigüedad y cobardía de la burguesía prusiana, incapaz de defender hasta el final sus propios intereses y liquidar completamente los restos del feudalismo, y pone de relieve la limitación histórica y el carácter bonapartista de la política bismarckiana, que condujo a la formación en Alemania de un Estado burgués autoritario y militarista.