En mayo de 1968, la brutal represión policial contra las manifestaciones estudiantiles desató en Francia un movimiento revolucionario asombroso. En cuestión de días, más de diez millones de trabajadores se pusieron en huelga, ocupando fábricas, calles y plazas junto con la juventud. En numerosas ciudades surgieron organismos de doble poder, al tiempo que la movilización contagiaba a amplios sectores de las clases medias y la intelectualidad. El futuro del capitalismo francés pendía de un hilo. La posibilidad del triunfo de una revolución socialista era aceptada por todos los estrategas de la clase dominante, incluido el presidente de la República, Charles de Gaulle.
Mayo del 68, el mes de la revolución, publicado por primera vez en inglés en 1988, analiza pormenorizadamente las causas de esa poderosa explosión social y los factores políticos que lograron descarrilarla y finalmente derrotarla. A diferencia de la política estalinista de los dirigentes del Partido Comunista Francés, que negaban la existencia de una situación revolucionaria, Clare Doyle demuestra con hechos y datos cómo la clase obrera y la juventud francesas tuvieron el poder al alcance de la mano. Con una dirección revolucionaria a la altura, el capitalismo podría haber sido abolido en Francia y la historia mundial, haber tomado un rumbo muy diferente.